En la Fundación Alex Rivera, somos pioneros en generar impacto e innovación para mejorar la calidad de vida de los adultos con síndrome de Down.
En el mundo hay 6 millones de personas con SD cuya esperanza de vida ha pasado de los 25 a los 60 años en tan solo tres décadas. Esta buena noticia ha hecho, sin embargo, aflorar nuevos problemas desconocidos: nuevas necesidades residenciales y laborales, incapacidad de sus cuidadores, envejecimiento prematuro, etc.
El fundador es Carlos Rivera, hermano de Álex Rivera (37 años, síndrome de Down) y fue cofundador de www.clicars.com, una de las startups más exitosas de España que en solo 6 años facturó 500 millones de euros creando 700 empleos.
Álex Rivera nació hace 37 años en Estados Unidos durante una expatriación de un año de su familia.
Lleno de bondad, generosidad y buen humor, Álex trabaja desde hace 12 años en Santa Lucía como Administrativo en turno de mañana, gracias al apoyo de Fundación Aprocor. Antes de Santa Lucía, trabajó en aparcamientos con su padre (D.E.P.), y realizó cursos en diferentes entidades.
Álex estudió en el Instituto Público Alameda de Osuna hasta 3º de la ESO, y finalizó Educación Primaria en el Colegio Público Ciudad de Guadalajara.
Le gusta el fútbol, el ocio con amigos, la buena comida, y es muy familiar. Tiene dos hermanos mayores, y vive con su madre en Madrid.
Somos la familia de Álex y queremos ayudar a personas con síndrome de Down.
Nos pusimos manos a la obra y realizamos más de cien entrevistas con entidades de síndrome de Down todo el planeta, y decidimos enfocarnos en la etapa adulta, que es nueva y que es donde más necesidad hay. Dentro de las particularidades de la etapa adulta, abordaremos el tema de la vivienda y empleo para una vida lo más independiente posible. También daremos visibilidad para demostrar que el mundo es mejor con personas con síndrome de Down.
Por suerte, hoy Álex es autónomo, feliz y vive con su madre. Pero no siempre será así y no todas las personas son como Álex. Queremos que todas las personas adultas con síndrome de Down puedan vivir con quien quieran y como quieran, y el propio Álex también si algún día faltamos.